En este momento estás viendo Ron DeSantis suspende su campaña en EE.UU. y respalda como candidato republicano a Donald Trump

Ron DeSantis suspende su campaña en EE.UU. y respalda como candidato republicano a Donald Trump

Fecha de Publicación: 22/01/2023

Inforrmación completa en: https://www.nytimes.com/es/2024/01/22/espanol/ron-desantis-candidatura-presidencia.html

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, suspendió su compaña presidencial el domingo y respaldó al expresidente Donald Trump, lo que marcó una espectacular implosión para un candidato que alguna vez fue visto como el que tenía la mayor probabilidad de destronar a Trump como el nominado del Partido Republicano en 2024.

Su salida de la contienda tan solo dos días antes de las elecciones primarias de Nuevo Hampshire deja a Nikki Haley, la exgobernadora de Carolina del Sur, como la última rival de Trump que queda.
La derrota devastadora de DeSantis por 30 puntos porcentuales frente a Trump en el caucus de Iowa del lunes pasado lo dejó ante una pregunta desalentadora: ¿por qué seguir adelante? El domingo, dio su respuesta y reconoció que no había sentido en continuar sin un “camino claro a la victoria”.
“Hoy suspendo mi campaña”, dijo DeSantis en un video publicado después de que The New York Times informara que se esperaba que abandonara la contienda, y añadió: “Trump es superior al actual presidente, Joe Biden. Eso es claro. Firmé un compromiso de apoyar al nominado republicano y cumpliré ese compromiso. Tiene mi respaldo porque no podemos volver a la vieja guardia republicana de antaño”.
DeSantis había volado de vuelta a Tallahassee el sábado por la noche después de hacer campaña en Carolina del Sur. Se esperaba que apareciera en un evento de campaña en Nuevo Hampshire el domingo por la tarde, pero fue cancelado.
Incluso antes de que DeSantis hiciera su anuncio, Trump ya había comenzado a hablar de su candidatura en tiempo pasado. “Que descanse en paz”, dijo Trump sobre DeSantis en un mitin el sábado por la noche en Manchester.
La semana pasada, DeSantis había comenzado a insinuar que podría estar buscando salir de la contienda, poniendo sus ojos en la elección de 2028 y admitiendo que Trump había logrado una victoria abrumadora en Iowa.
El caos marcó los últimos días de su campaña, justo como había ocurrido al principio, cuando inició su campaña con un evento de transmisión en vivo ampliamente ridiculizado y con fallas técnicas en Twitter. Durante el fin de semana, el itinerario de DeSantis estuvo en constante cambio, ya que volaba entre Nuevo Hampshire y Carolina del Sur con poco aviso, posponiendo eventos y finalmente cancelando sus apariciones en los programas políticos matutinos del domingo.

 


El respaldo de DeSantis a Trump fue rápido y somero. El gobernador de Florida no ofreció ninguna justificación para apoyar a Trump más allá de que el expresidente contaba con el respaldo de la mayoría de los republicanos en las encuestas, y que no era Haley. DeSantis tampoco pudo resistirse a dar un último golpe al candidato líder de su partido y volvió a plantear críticas sobre el manejo de la pandemia de Trump.
Al darle su respaldo a Trump, DeSantis parecía estar tratando de unir al ala conservadora del partido detrás del expresidente mientras dejaba pasar el hecho de que estaba cediendo ante un hombre que lo había ridiculizado como si fuera un deporte sangriento.
Después de anunciar su candidatura para la presidencia, con grandes expectativas, en mayo, DeSantis y su campaña resultaron ser un fracaso costoso: en conjunto con grupos externos bien financiados, gastaron decenas de millones de dólares con poco efecto evidente.
La constante ridiculización de Trump —sobre cualquier cosa, desde las expresiones faciales de DeSantis hasta su elección de calzado— degradó su imagen como un guerrero conservador confiable. A lo largo de su campaña, los números de DeSantis cayeron aproximadamente a la mitad en las encuestas nacionales, lo que parece ser una sentencia tanto de sus habilidades como candidato como de su estrategia de intentar posicionarse a la derecha de Trump. Un apoyo cacareado y un sistema de sondeo pagado por su súper PAC (sigla en inglés que designa al comité de acción política), Never Back Down, apenas parecieron hacer una diferencia en la contienda.
Por momentos, parecía como si DeSantis estuviera yendo de un episodio embarazoso a otro, mientras su campaña lidiaba con contratiempos como despidos masivos y las consecuencias de producir un video en redes sociales que presentaba un símbolo nazi.


En Iowa, su osada promesa de ganar resultó ser vacía. En cambio, apenas venció a Haley, cuya imagen más moderada parecía ser inadecuada para los republicanos socialmente conservadores del estado. Invertir recursos en Iowa dejó sin fondos los esfuerzos de DeSantis en Nuevo Hampshire y Carolina del Sur, dos de los otros estados de nominación temprana, donde sus números en las encuestas se desplomaron. La pérdida de apoyo tanto de votantes como de donantes significó que no había mucho sentido en continuar hacia más derrotas inevitables.
Aunque había comenzado su contienda en una posición relativamente fuerte, las encuestas ahora mostraban a DeSantis en un lejano tercer lugar en Nuevo Hampshire, con alrededor del 6 por ciento de los votos.
Tanto DeSantis como sus aliados parecían estar quedándose peligrosamente con pocos fondos. Ningún anuncio a favor de DeSantis se había transmitido en la televisión de Nuevo Hampshire desde antes del Día de Acción de Gracias.
En la noche de su derrota en Iowa, DeSantis había intentado convertir su resultado en algo positivo, diciendo que como el finalista del segundo lugar había “impulsado su candidatura” fuera del estado.

Deja una respuesta